Guerras Boer (1880-1881 y 1899-1902)
Después de que los Voortrekkers fueron derrotados por los británicos en Natal
en 1843, el Gran Trek se trasladó más al noreste y con el tiempo se asentaron
al norte y al sur del río Vaal. En primer lugar, formaron el Transvaal
Independiente en el norte, que más tarde, en 1852, denominarían la República de
Sudáfrica, habiendo aceptado la soberanía británica.
Mientras
tanto, los británicos extendieron la frontera de la Colonia del Cabo y toda la
tierra entre los ríos Vaal y Orange fue declarado territorio británico en 1848.
Los ingleses, sin embargo, no habían tenido en cuenta la fuerte resistencia de
los boers que ya se había instalado allí. Debido a que la región carecía de
interés económico en comparación con el coste que suponía el mantenimiento de
tropas permanentes, el gobierno británico prefirió retirarse y, el 23 de
febrero de 1854, firmaron el Acuerdo de Bloemfontein por el que reconocían la
fundación del Estado Libre de Orange.
La
expansión del Imperio Británico se traducía en Sudáfrica en poner todo el
territorio bajo el control británico, especialmente tras el descubrimiento de
yacimientos de oro en el norte en 1885. Para ello buscaban la creación de una
confederación de todas las colonias británicas, las repúblicas bóers
independientes y los estados africanos independientes. Aprovechando la
desorganización de la república Boer de Transvaal (República de Sudáfrica)
consideraron que el primer paso era la toma de control sobre ese territorio y
en 1877, bajo la dirección de Theophilus Shepstone, se lo anexionaron
militarmente. En el momento de la anexión, los británicos se encontraron
gobernando un extenso territorio con una población de 35.000 Boers, 5.000
británicos y 750.000 africanos nativos de la región, principalmente Vhavenda, Ndebele,
Tsonga,
Bapedi
y Swazi.
La Primera Guerra Boer (desde el 16 de diciembre de 1880
al 23 de marzo de 1881)
Los
Boers no aceptaron la anexión y, apoyándose en su superioridad, en 1880 se
sublevaron. Aunque la tropa inglesa estaba mucho mejor organizada poco podían
hacer sus 1.800 soldados frente a los 7.000 hombres boers armados, a los que se
sumaron apoyos del Estado Libre de Orange. El gobierno británico de se vio
obligado a aceptar el autogobierno Boers en el Transvaal bajo una supervisión
británica teórica.
La Segunda Guerra de los Boers (desde el 9 de octubre
1899 al 31 de mayo de 1902)
La
ambición británica aumentó como consecuencia del descubrimiento de oro en el
Transvaal en 1885. Por otra parte, desde 1857, emigrantes boers venían creando
nuevos asentamientos hacia el oeste, en el que se llamaría "Thirstland
Trekkers", lo que creó el temor en los ingleses de que pudieran llegar a
unirse las repúblicas boers con la colonia alemana en la actual Namibia.
A
finales de 1895, el propietario minero Cecil Rhodes, escudándose en que los
trabajadores mineros ingleses estaban siendo discriminados por los Boers,
patrocinó un golpe de estado fracasado mediante la llamada Batalla de Jameson.
Leander Starr Jameson, con una columna montada de 500 hombres, con el apoyo de
nueve piezas de artillería, cruzó la frontera Bechuanalandia en el Transvaal y
se dirigió a Johannesburgo, capital de la minería aurífera del mundo. El
intento fracasó ante las tropas del presidente Paul Kruger y su dirigente,
Jameson, detenido y entregado a las autoridades británicas de Pretoria.
Manteniendo
su deseo de independencia respecto a los británicos, el gobierno de Paul Kruger
les negaba la concesión de licencias de explotación minera. Y así, la presión
británica aumentaba, pero Paul Kruger, golpeó primero. Los Boers atacaron la
Colonia del Cabo y Natal, entre octubre de 1899 y enero 1900. Los Boers fueron
capaces de asediar con éxito las guarniciones británicas en las ciudades de
Ladysmith, Mafeking y Kimberley e infligieron tres derrotas por separado sobre
los británicos en una semana. No fue hasta que llegaron los refuerzos el 14 de
febrero de 1900 que las tropas británicas comandadas por Lord Roberts podrían
lanzar contraataques que permitieron a los británicos tomar Bloemfontein el 13
de marzo y la capital Boer, Pretoria, el 5 de junio.
Tras
estas derrotas, las unidades Boer continuaron durante dos años más
enfrentándose en una guerra de guerrillas, atacando las vías de avituallamiento
británicas, destruyendo puentes, vías férreas, ....
Esta
vez, el Imperio Británico se dispuso a imponer su control político definitivo
sobre los Boers. Las tropas británicas, que ya contaban con 50.000 efectivos en
Sudáfrica, fueron reforzadas con otros 150.000 militares y con tropas llegadas
desde todos los confines del Imperio Australia, Canadá, Nueva Zelanda, ...).
Por ejemplo, Australia envió hasta 25.000 soldados. A la guerra de guerrillas
los británicos respondieron construyendo fortines en los lugares de difícil
defensa, destruyendo las granjas, confiscando los alimentos para evitar que
cayeran en manos de los guerrilleros y encerrando a ancianos, mujeres y niños
en campos de concentración.
El
31 de mayo de 1902 se rendían los últimos Boers y dejaban de existir
definitivamente las dos repúblicas independientes Boers que, en 1910 quedarían
incorporadas a la nueva colonia británica denominada Unión Sudafricana.
Tras
tres años de guerra quedaron 22.000 soldados británicos muerto (8.000 en
batalla y 14.000 por tifus y otras enfermedades), más de 27.000 mujeres y niños
muertos en los campos de concentración de hambre, agotamiento y enfermedades,
4.000 combatientes boers muertos y más de 20.000 prisioneros boers enviados
fuera del país a islas tan lejanas como la Isla de Santa Elena en medio del
Atlántico, las Bermudas en América o Ceilán en la India. Los datos oficiales
británicos no recogen los civiles negros muertos en los campos de concentración
que se consideran que superaron los 20.000. Al final de la guerra se habían
levantados 45 campos de concentración para los boers y 64 para los africanos
negros.
Ahora veamos el siguiente vídeo:
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