Se
enfrentaron 28 naciones, llamadas "Aliadas", contra la coalición de
los Imperios Centrales (Alemania, Austria-Hungría, Imperio Otomano y Bulgaria.
Causa "aparente": el
asesinato del archiduque Francisco Fernando de Habsburgo (heredero del trono austro-húngaro)
en junio de 1914, cometido por un nacionalista serbio: Gavrilo Princip.
Causas "profundas": las tendencias
económicas y políticas en Europa desde el año en el que fue fundado el II
Imperio Alemán, emergiendo como una gran potencia.
Causas de la guerra:
No se puede decir con exactitud quién fue el
"culpable" de la guerra:
En Alemania, se pensaba que la responsabilidad
era de Rusia y de Poincaré (presidente francés), que quería recuperar Lorena y
Alsacia.
En Francia se culpaba a Alemania (para así
cumplir con el Tratado de Paz de Versalles).
Un tercer sector de estudiosos, afirma que las
causas eran políticas; pero sus explicaciones económicas
Es más acertado hablar de causas más profundas:
El Nacionalismo:
manifiesto ya sea como la forma de protesta de las minorías nacionales o como
los nacionalismos expansistas de los Grandes Estados.
En esta época se notaba mucha rivalidad de los
intereses económicos y financieros.
Lenin, en varias oportunidades propuso que esta
"Gran Guerra" era el fruto del desarrollo del capitalismo que estaba alcanzando
un estado monopolístico. Y cuando un país capitalista logra este estado,
tratará no sólo de ampliar su mercado a otros países, sino que se repartirá-
con otros países capitalistas- los territorios donde exportar capitales ( Ley
de desigualdad de las condiciones de desarrollo).
Entonces, Lennin piensa que esa necesidad de
hallar nuevos territorios de inversión, forzó a las potencias europeas a
repartírselos (y en ciertos casos, para evitar pérdidas, a anexárselos). Esta
continua rivalidad se acrecentó hasta que desembocó en la guerra, que
permite este reparto.
Guerra de Trincheras
Durante la Primera Guerra Mundial se inició una larga guerra
de trincheras, a la vieja usanza, aunque ya se ven alambradas fuera de las
trincheras separando éstas de la "tierra de nadie". Puede notarse una
de las más importantes innovaciones: los soldados ya se tocan con los cascos de
acero, las clásicas "borgollotas" francesas y máscaras anti-gas.
Recordemos que en aquella guerra se inició la inhumana práctica de usar gases
para atacar al enemigo. En realidad tenemos de recordar que TODAGUERRA ES INHUMANA
Y CRUEL.
En la I Guerra Mundial se cavaban trincheras a lo largo del
frente del campo de batalla para proteger a las tropas del fuego mortífero de
la artillería y las ametralladoras. Detrás de las trincheras de primera línea
se encontraban las trincheras cubiertas, que proporcionaban una segunda línea
defensiva en el caso de que el enemigo asaltara la primera. Su anchura era de
1,8 a 2,5 metros. Las tropas que no estaban de servicio vivían en los refugios
subterráneos de las trincheras de apoyo. Los suministros, alimentos y las
tropas de reemplazo eran trasladados al frente a través de una red de
trincheras de reserva y comunicaciones. El área que se encontraba entre las
trincheras de ambos combatientes era tierra de nadie; intentar cruzar este terreno
solía acarrear la muerte, puesto que estaba cubierto de alambradas y los
soldados pasaban a ser un blanco fácil para el enemigo.
El final de la guerra -> 1918
En 1918 ambos mandos atravesaban serias dificultades tanto
militares como económicas. Sin embargo, la fatiga era más visible en el bando
de los potencias centrales que en el aliado, pues la incorporación de los
Estados Unidos al conflicto había supuesto una auténtica inyección de recursos
materiales y humanos.
No obstante, en 1918 los germanos consiguieron eliminar
definitivamente del escenario bélico a los rusos que habían iniciado
negociaciones para poner fin a la guerra.
Una serie de derrotas continuadas habían animado al gobierno
revolucionario soviéticos a firmar en marzo el Tratado de Brest-Litovsk.
Con las manos libres en el frente oriental, el general alemán
Ludenrdorff inició una ofensiva en el lado occidental. Fue la conocida 2º
Batalla del Somme para diferenciarla de los combates que se habían desarrollado
en la misma zona en 1916. La iniciativa fracasó, pues los aliados frenaron la
ofensiva en el Marne en el mismo lugar donde Joffre había hecho abortar en 1914
el plan Shieffen.
La contraofensiva aliada al mando del general Foch fue
iniciada en julio de 1918 y forzó el repliegue de las tropas alemanas. En
agosto un nuevo ataque aliado que empleó abundantes carros de combates desplazó
a los germanos hasta la frontera belga. La crisis militar se tradujo en
deserciones masivas.
El 8 de noviembre de 1918 estalló en Berlín un movimiento
revolucionario y el Káiser Guillermo II abdicó. Se formó un nuevo gobierno que
encabezó el socialdemócrata Elbert. Alemania firmó el armisticio el 11 del
mismo mes.
La monarquía de los Hohenzollen dejó paso al establecimiento
de una república demócrata, llamada Weimar, regida por un frágil sistema
parlamentario, que fue presa de una gran inestabilidad hasta 1933, fecha en que
Hitler abolió la democracia. Esa fragilidad fue causada principalmente por la
crisis económica de posguerra y sus secuelas sociales y políticas.
El imperio Austro-Húngaro se rindió a mediados del mes de
noviembre, en tanto que búlgaros y turcos lo habían hecho ya en septiembre y
octubre respectivamente.
Consecuencias:
La Guerra duró cuatro años, tres meses y catorce
días. Representó un costo de 186000 millones de dólares para los países
beligerantes. Las bajas en los combates terrestres ascendieron a 37 millones, y
casi diez millones de personas pertenecientes a la población civil fallecieron
indirectamente a causa de la contienda.
Los Imperios Centrales aceptaron los catorce
puntos elaborados por Wilson como fundamento del armisticio, esperando que los
aliados los adoptaran como referencia básica en los tratados de paz. Sin
embargo, la mayor parte de las potencias aliadas acudieron a la Conferencia de
Versalles con la determinación de obtener indemnizaciones en concepto de
reparaciones de guerra equivalentes al coste total de la misma y de repartirse
los territorios y posesiones de las naciones derrotadas según acuerdos
secretos.
Durante las negociaciones de paz, el presidente Wilson insistió en
que la Conferencia de Paz de París aceptara su programa completo organizado en
catorce puntos, pero finalmente desistió de su propósito inicial y se centró en
conseguir el apoyo de los aliados para la formación de la SOCIEDAD DE LAS
NACIONES.
A pesar de que todas las naciones confiaban en que los acuerdos alcanzados después del conflicto restablecerían la paz mundial sobre unas bases estables, las condiciones impuestas promovieron un conflicto aún más destructivo.
Las potencias vencedoras permitieron que se
incumplieran ciertos términos establecidos en los tratados de paz de Versalles,
Saint-Germain-en-Laye, Trianon, neuilly-sur-seine y Sèvres, lo que provocó el
resurgimiento del militarismo y de un nacionalismo agresivo en Alemania y
desórdenes sociales en gran parte de Europa.
Apreciación
general de los fascismos
Durante la década de 1920, se fueron
imponiendo en algunos países de Europa regímenes de tipo autoritario. Varios
factores explican este fenómeno: la humillación nacional tras los tratados de
paz, el miedo a la extensión de la revolución bolchevique y el hundimiento
económico de la clase media, principal sostén des sistema democrático. Se
trataba de dictaduras de carácter conservado que se apoyaban en los grandes
propietarios, el Ejército y la iglesia y que se presentaron como un freno al
avance de las ideas socialistas y comunistas.
Los
fascismos exaltan la figura de un líder (duce, führer, caudillo) que concentra
todos los poderes en una persona, encarna el Estado y es jefe del partido
único. Alrededor de él se desarrolla una mística del poder personal que se
rodea de un aparato de propaganda y se magnifica con una escenografía
grandilocuente.
Socialmente, el fascismo presenta
un claro contenido de clase y defiende una concepción anti igualitaria de la
sociedad en la que dominan las elites y los escogidos. Toda la sociedad debe
encuadrarse dentro de las organizaciones fascistas: el partido, el sindicato,
las organizaciones juveniles y las mujeres… Así se pretende superar las
divisiones sociales y establecer la unidad del pueblo o nación. Además se
prohíben los sindicatos de clase y partidos y se impone un sindicalismo
corporativo y vinculado al Estado. EL componente racista, que defiende la
preservación y exaltación de la raza, aparece como un factor
aglutinador básico para garantizar dicha unidad.
Grupos Paramilitares
Las SS
SS
es la abreviación alemana de Schutzstaffel, lo cual significa 'cuerpo de
protección'. La SS fue una unidad paramilitar del Partido Nazi alemán fundada
por los miembros de la SA en 1925 para cumplir las funciones de guardia
personal de Adolf Hitler y vigilar las reuniones de ese partido. El 6 de enero
de 1929, Hitler nombra a Heinrich Himmler como el líder de la SS, la cual en
ese entonces contaba sólo con 280 personas en sus filas. Con la aprobación de
Hitler, Himmler formó la SS y para finales de 1932 ésta contaba ya con 52.000
miembros. Sólo un año después contaría con cerca de 209.000 miembros.
Antes
de 1932 la SS usaba un uniforme similar al de la SA, diferenciándose sólo en
que usaban corbata negra y un gorro negro con el símbolo de una calavera o
Totenkopf ('cabeza de la muerte'). Luego adoptaron un uniforme negro, y poco
antes de la Segunda Guerra Mundial, un uniforme gris razo. El pueblo alemán
admiraba la disciplina de la SS comparándola con la SA, que solía cometer actos
de violencia aleatoria. Su lema era "Mi honor es lealtad" (Meine Ehre
heißt Treue en alemán).
La
SS se convirtió así en una fuerza altamente efectiva y letal durante la Segunda
Guerra Mundial. Bastaban su nombre y su reputación para infundir el miedo en
cualquier persona. Hitler le dio a la SS la jurisdicción sobre todos los campos
de concentración y le permitió vigilar y controlar día a día todos los países
conquistados por Alemania durante la guerra.
Camisas Negras
Milicia Voluntaria para la Seguridad Nacional fue un
cuerpo paramilitar de la Italia fascista que después consiguió ser una
organización militar. Debido al color de su uniforme, sus miembros fueron
conocidos como camisas negras (en italiano:camicie nere), aunque
también fueron referidos como escuadristas (en italiano: squadristi).
Probablemente inspiradas por las camisas rojas de Garibaldi, su actividad se enmarca desde el período de entreguerras
hasta el final de la Segunda Guerra Mundial
(conocido como Italia fascista).
Benito Mussolini en
1919 constituyó en Milán el grupo de carácter paramilitar los “Fasci di
Combattimento” (fascios italianos de combate), grupo paramilitar, de ideología
ultranacionalista, anticomunista y antiliberal, cuyos miembros lucían uniformes
de color negro. De ahí surgiría en 1921 el Partido Nacional Fascista.
Mediante
la acción violenta sobre socialistas, comunistas, anarquistas y, en
general sobre todos los demócratas italianos, logró alcanzar el poder en 1922,
creando un régimen totalitario constituido en precedente y modelo de
otros tantos surgidos en Europa a lo largo de la década de los treinta.
Los camisas negras se organizaron por Benito Mussolini como el instrumento violento
de su movimiento fascista. Sus dirigentes fundadores fueron intelectuales
nacionalistas, ex-oficiales del ejército, miembros del cuerpo especial Arditi
y jóvenes terratenientes que se oponían a los sindicatos de obreros y
campesinos del entorno rural. Sus métodos se hacían cada vez más violentos a
medida que crecía el poder de Mussolini, y usaron la violencia, la intimidación
y el asesinato contra sus oponentes políticos y sociales. Entre sus
componentes, muy heterogéneos, se incluían delincuentes y oportunistas en busca
de fácil suerte.
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